Alejandra Pizarnik: Una Voz

30 de mayo de 2009

El espacio fracturado del yo.

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..........En algunos caos, el “otro yo” se desprende totalmente y se objetiva en significantes como “muñeca”, "maniquí”, “niña”, “cadáver”, “voces ajenas”, “lobo/loba”, o mediante personificaciones aposicionales como “la yacente”, “la que no pudo más”, “la silenciosa”, “la viajera”, etc.


Cuídate de mí amor mío/ cuídate de la silenciosa en el desierto/ de la viajera con el vaso vacío/ y de la sombra de su sombra. (Árbol de Diana)


Yo estaba desnuda y (…) arrastraba mi cadáver también desnudo.


..........La cosificación, por supuesto, refuerza la distancia entre el yo del hablante y su propia “naturaleza muerta”- excepcionalmente reunidos en un “nosotros” en el momento de la aniquilación:


Y lejos en la negra arena, yace una niña densa de música ancestral (…) La yacente anida en mí con su máscara de lobo. La que no pudo más e imploró llamas y ardimos. (EPL)



..........La muñeca es un alter-ego privilegiado. Icono desvalorizado del yo, “resto o harapo del mundo inocente de la niñez” (Piña 1991: 77), pero también potencialmente siniestro (“dolls, tiny female figures that can be so easily broken and torn apart, but which are also sinister, beacause in their silence there is a sense of knowledge”, Bassnett 1990:42), es a veces una muñeca completa, inclusive dotada de vida, o, en su reducción máxima, una figura dibujada.



La muerte bostezó. La muñeca abrió los ojos. // -Qué bida!- dijo la muñeca, que aún no sabía hablar sin faltas de ortografía.




Muñequita de papel, yo la recorté en papel celeste, verde, rojo (…) un dibujo que representa una pequeña casa (…) allí ha de poder vivir la muñequita de papel
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Florinda F. Goldberg

Alejandra Pizarnik: “Este espacio que somos”
Ediciones Hispamérica (1994)

27 de mayo de 2009

-MUÑEQUITOS- en "Alejandra Secreta" (Inés Malinow)


..........En su departamento guardaba unos muñequitos: "este me lo regaló mi padre" decía de su predilecto (el portero lo halló estrellado en el piso)
Cuando alguien acudió al departamento, aún vivía, el fracaso de somnífero vacío a su lado. Tomaba siempre pastillas para dormir, las precisaba. ¿Esa noche ingirió pastillas de más? Acaso ni reparó en ello.

..........La velaron en la Sociedad Argentina de Escritores: una corona pequeña en forma de corazón con flores de color rosa indicaba en su tarjeta “Silvina Ocampo”.
En una silla sollozaba la madre, la hermana trataba de calmarla, por doloroso que fuera, esperaban algo así. Varios escritores, desolados, conversaban en voz baja. Los poetas jóvenes que la admiraban conversaban en un rincón.
Era un día gris.



Inés Malinow

25 de mayo de 2009

Lo que dice la poesía -Testimoniar sin lengua (fragmento I)

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.........Gilles Deleuze deja claro que enfermedad y literatura no son compatibles: "No se escribe con las propias neurosis. La neurosis, la psicosis, no son fragmentos de vida, sino estados en los que se cae cuando el proceso está interrumpido, impedido, cerrado. La enfermedad no es proceso, sino detención de proceso” (en “Crítica y Clínica”, Barcelona, Anagrama, 1996, p. 11).
Visto desde esta perspectiva en la que escribir forma parte de un proceso – “un paso de vida que atraviesa lo vivible y lo vivido”- queda claro que ni la enfermedad es condición de la escritura – supuesto que subyace a la construcción del mito del “Maldito” moderno-, ni la escritura es un medio para curarse de ninguna enfermedad- supuesto que subyace a la idea de que el arte puede ser tomado como una laborterapia-.


..........Ambas variantes, a su vez, le abren el camino , entre otras formas degradadas de la crítica, a lo que se dio en llamar “psicoanálisis aplicado”. Pizarnik, en “ Sala de psicopatología”, dice: “Cuando pienso en laborterapia, me arrancaría los ojos en una casa en ruinas y me los comería pensando en mis años de escritura continua, 15 o 20 horas escribiendo sin cesar aguzada por el demonio de las analogías, tratando e configurar mi atroz materia verbal errante “. Afirmaciones como ésta convocan al conocido verso de Juan Gleman, “hagamos un mundo para que Alejandra se quede”. Sería deseable que en ese mundo- por lo menos en lo que se refiere al mundo acotado de la crítica- estuvieran dadas las condiciones para poder leer, en la obra de los poetas, aquello que tiende a disolver los dualismos en lugar de devolver esas obras, con mayor o menos sutileza a algún extremo que dé por interrumpido el proceso (dicotomías subsidiarias a la oposición realismo-formalismo se reprodujeron hasta lo inimaginable a lo largo del siglo XX). En ese sentido, se hace necesario apelar a un mundo que suicide sus preconceptos para no poner a la poesía- esa actividad tan peligrosa como un cuchillo sin hoja- a suicidar poetas.



-Tamara Kamenszain-

"La boca del testimonio: lo que dice la poesía".
Grupo editorial Norma- Buenos Aires 2007



23 de mayo de 2009

Carta para Alejandra Pizarnik en el país de la inocencia (Fragmento II)

(...) Cuántas veces hablamos sin discutir jamás - ¿te acordás. Alejandra?- en tu pequeña habitación de la calle Lambaré, y después, cuando te mudaste a Montes de Oca, en Barracas, en aquel otro cuartito repleto de libros, afiches y collages. Recuerdo un gran cartel en el que aparecía Gérard Philipe comiéndose un libro. Por aquella época me confesaste tu amor por el gran actor francés y me envidiabas porque en mi próximo viaje a París iba a tener oportunidad de verlo. Gérard Philipe murió cuando yo llegué a la ciudad inteligente. Supongo cómo habrás sufrido al recibir la noticia.

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.........El relato de mis andanzas parisinas avivó más aún tu deseo de vivir en la capital de los poetas y marchaste hacia allí un año después. Conservo tus cartas con sus renglones de letra menuda, infantil, y sus viñetas de muñequitos encantadores. En París conociste a Simon de Beauvoir y a Sartre, a Octavio Paz y a otros grandes nombres de la literatura universal, pero, como aquel Malte Laurids, de Rilke, intimaste también con la soledad. La soledad ya no te abandonaría.

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..........En una de esas cartas me dijiste en francés “je ne Desire qu´un ange”. Deseabas un ángel porque vos también eras un ángel. Pero un ángel exiliado, desterrado, o para decirlo mejor: desrielado. Y porque eras un ángel decidiste un día regresar al mundo mágico de la noche sin tiempo y la verdad sin memoria. Es decir, al reino de la inocencia, donde no caben ni la memoria ni el tiempo. Pero antes de dejarnos nos entregaste tus pequeñas palabras, las desoladas o luminosas señales con las que aún sigues nombrando el misterio que canta en el rojo brillante de una manzana o acecha desde un frasquito de barbitúricos.

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.........De entre esas palabras, quiero recordar las de un poema que me regalaste, manuscrito, al poco tiempo de conocernos, en aquellos días que caminábamos juntos las calles de tu adolescencia. Cuando las escribiste no tenías veinte años y sin embargo ya alentaba en esos versos la Alejandra lúcida y al mismo tiempo sombría, dura, torturada, que fuiste en la última época. El poema no tiene título sino esta dedicatoria: “Antonio : entonces el ángel que firma con mi nombre me dicto este poema para ti”. Y los versos son estos:



Afuera hay sol
No es mas que un sol
Pero los hombres miran
Y después cantan.
Yo lloro debajo de un suspiro.
Yo agito pañuelos en la noche
Y barcos sedientos de realidad
Bailan conmigo
Yo oculto clavos
Para escarnecer a mis sueños enfermos.
Afuera hay sol.
Yo me visto de cenizas.


..........Afuera sigue saliendo el sol, Alejandra, para alumbrar las mentiras que no quisiste aceptar. Vos, del otro lado, del lado de la verdad, de la inocencia sin tiempo y sin memoria, quizás estés ahora ofreciéndole a un ángel parecido a Gérard Philipe aquella manzana que una vez hurtaste en un rapto de poesía.



Antonio Requeni. (1974)

19 de mayo de 2009

CARTA PARA ALEJANDRA PIZARNIK EN EL PAÍS DE LA INOCENCIA (Fragmento I)

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Querida Alejandra:

..........Hoy estuve caminando por tus calles, esas calles que nos vieron andar juntos hace más de veinte años. Éramos muy jóvenes. Vos una chiquilina de pelo rubio y ojos claros, ensanchados por el asombro, te parecías a Alicia en el País de las Maravillas. Hablábamos de poesía sin que el tema se nos acabara nunca.


..........Hablábamos también de seres cuyo descubrimiento y amistad iban enriqueciendo tu alma. Recuerdo tu fascinación ante los paisajes perturbadores que te invitó a transitar el pintor Batlle Planas. No olvido tu deslumbramiento ante la sabiduría humilde y el aura de santidad que parecía desprenderse de nuestro admirado Antonio Porchia.


..........Te evo aún subyugada por la personalidad de Arturo Cuadrado, a quién le faltaba la barba y le sobraba un brazo para parecerse a aquel funambulesco don Ramón maría del Valle Inclán; el increíble Arturo Cuadrado, que fue amigo del autor de las “Sonatas” y editó tu primer libro en los años iniciales de Botella al Mar.


..........Te veo todavía, Alejandra, por la calle Lambaré, en Avellaneda, donde estaba la casa de tus padres, en cuyo zaguán nos sentamos una noche, de regreso de una reunión literaria, a recitarnos versos. Te evoco por Viamonte en la cuadra de Filosofía y Letras, especialmente aquella tarde en que a poco de doblar por Reconquista te detuviste ante los cajones de una frutería, expuestos en la vereda, y tanto te maravilló la presencia carnal de una manzana, su rojo brillante, su aroma con reminiscencias de Paraíso y de pecado, que te apoderaste de ella y saliste corriendo -yo contigo- mientras el frutero, advertido del hurto, levantaba su puño amenazante y nos insultaba desde la puerta de su negocio.


..........Aquello fue una travesura de niños. Yo entonces no lo era tanto, pero tu compañía, Alejandra, tenía la virtud de devolverme a la atmósfera inocente y alegre de la infancia. Éramos dos hermanos unidos por comunes hallazgos e ilusiones, a quienes no consiguen separar, con el tiempo, temperamentos o convicciones distintas. Porque en materia de poesía los dos seguimos caminos aparentemente opuestos. Yo opté por la comunicación y el sentimiento- un día me dijiste, sonriente, que yo era un sentimental sin remedio, un poeta de otra generación que moriría aplastado por una lágrima-. Vos elegiste el camino más arduo y oscuro, el más alucinante y angustioso: el de aquellos poetas abismales y reveladores que ofrendaron su destino en el altar de la poesía y se quemaron en su fuego.


Antonio Requeni (fragmento)


(Carta manuscrita de Alejandra Pizarnik a Antonio Requeni)

6 de mayo de 2009

Movimientos artísticos que tuvieron gran influencia en la estética Pizarnikeana (I)

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Alejandra silencia con alevosía en su obra, el contexto socioeconómico y político de su época. Omite tomar partido.
Sin embargo teje una red amplísima de conexiones artísticas con sus colegas contemporáneos. Escarba hasta la médula los movimientos vanguardistas, y construye una red de influencias extraordinaria.
Su obra está plagada de guiños, citas, intertextos.
Considero importante reseñar brevemente algunas de sus influencias.


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Expresionismo (1905-1925)


“¿No son los artistas salvajes, que poseen su propia forma, fuertes como la forma del trueno?...
…El hombre expresa su vida en formas. Cada forma artística es la expresión de su vida interior. El exterior de la forma artística es su interior.”

August Macke

(Las máscaras, texto breve publicado en el famoso almanaque de “der Blaue Reiter” 1912
)


...El movimiento se desarrolló fundamentalmente en los países germánicos. Sus antecedentes hay que buscarlos en el romanticismo. (Edward Munch es considerado el precursor del movimiento).



(Edward Munch)



...Los temas tratados (y los que influyen notablemente en la obra de Alejandra) están relacionados con la opresión, el terror, la miseria. Abundan también referencias a temas sexuales.


...Se trabaja sobre un principio deformador de la realidad, se representa la realidad como un carnaval, como un juego de máscaras las figuras están ridiculizadas. (Se trabaja sobre la figura del doble, el autómata).
Idea de incomunicación y soledad.


...Para el artista expresionista lo importante es su visión interna, que se extiende a aquello que se intenta representar deformándolo, intentando encontrar su esencia.
Lo importante no es la descripción o narración exacta de los hechos, sino sus significados interiores.



“El artista no es un privilegiado de la vida, no tiene derecho a vivir sin deberes, está obligado a un trabajo pesado que a veces se convierte en su cruz. Ha de saber que cualquiera de sus actos, sentimientos, pensamientos constituyen el frágil, intocable, pero fuerte material de sus obras, y que por tanto, no es libre en la vida sino en el arte.”

Kandinsky (De lo espiritual en el arte. 1912)



(Kandinsky)
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Dadaísmo (1916-1922)

“La moral atrofia como toda plaga producto de la inteligencia”

Tristán Tzara
(Manifiesto 1918)

...El punto de arranque del movimiento hay que buscarlo antes de que se iniciara la 1° Guerra Mundial, en 1913, con la famosa exposición del Armony Show en Nueva York. Una serie de artistas europeos se trasladaron allí, con objeto de participar de la muestra. Entre ellos figuraban Francis Picabia y Marcel Duchamp.

(Francis Picabia)

...Marcel Duchamp fue un precursor del dadaísmo y su obra, tanto la objetual como la pictórica, posee una especial importancia en el contexto del siglo XX.
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(Duchamp)


La subversión que implica el movimiento dadaísta no puede entenderse sin ligarlo al momento en que surgió, en plena primera guerra mundial. El Dadá apareció en Zürich en 1916 de la mano de Tristán Tzara.


Pizarnik, conoce a Tzara en las clases de Bajarlía:


“Alejandra quería estudiar a fondo la obra de un autor que se expresaba con tanto desparpajo sobre la literatura de su época
”.

Juan Jacobo Bajarlía
(Alejandra Pizarnik, anatomía de un recuerdo. 1998)


Tristán Tzara:


Ha girado en torno al faro el nimbo de los pájaros azules
en las mitades de la oscuridad taladrando la lejanía de los barcos
y se han caído al agua cual cenizas de arcángeles
Se ha alterado el pan y la flor
En las leproserías yacen como gavillas nuestros amigos
Tú sigues cosiendo sola pensamientos para tu hijo
Solamente el tren arrastra sus vapores
Animal malherido que corre, destripado

Versión de Darie Novácenau

1 de mayo de 2009

Poema de Julio Cortázar para A.P

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Alejandra

Puesto que hades no existe, seguramente estás allá,
último hotel, último sueño,
pasajera obstinada de la ausencia.
Sin equipajes ni papeles,
Dando por óbolo un cuaderno
O un lápiz de color.
- Acéptalos barquero: nadie pagó más caro
el ingreso a los Grandes Transparentes,
al jardín donde Alicia la esperaba.

Julio Cortázar




(Este poema de Cortázar fue publicado en la revista Desquicio, en el otoño de 1972, en París)