Alejandra Pizarnik: Una Voz

28 de enero de 2010

La Valija de la discordia- Juan Jacobo Bajarlía.

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..........Corría el mes de noviembre de 1955. Las sombras jugaban en la calle contra las luces de las vidrieras, y los hombres pasaban silenciosos rumbo a as estaciones. Yo estaba en el Montecarlo de Marcelo T. de Alvear, corrigiendo mi versión de La lección, de Ionesco, cuando de pronto vi llegar, angustiada, respirando con dificultad, a Alejandra. Venía con una pequeña valija y vestía como en el día del estreno de La Esfinge.

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..........Se sentó estrepitosamente a mi lado, y abrió la valija para que yo verificara el contenido. Había un par de prendas íntimas, una falda, tres pañuelos, tres “La tierra más ajena”, algunos borradores y papeles en blanco.
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..........No entendí nada, la miré un instante y ella respondió con una mueca. O al menos, con una sonrisa más parecida a una arruga que otra cosa.


Quiero casarme”, dijo con voz un tanto ronca, como si estuviera representando una escena.
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.........Tampoco entendí. Advertí que la nerviosidad de Alejandra y su mala respiración, consecuencia, en ese instante del asma, le impedían expresarse con fluidez.
Traté de calmarla, y volviendo al tema de la valija, me explicó que se había ido de la casa tras una discusión violenta con la madre.


Nos dijimos de todo”.


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...........Agregó las terribles palabras que se habían intercambiado: mala hija, mujer de la calle, la culpa es mía. Entonces tuve clara la situación. Alejandra intuyó lo que yo pensaba. No me dejó hablar.


“la vieja ya me había dicho en otra ocasión que me casara con vos”.


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..........La miré en silencio.
Su voz monótona repitió las primeras palabras.



quiero casarme mañana mismo. No aguanto mas”
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..........Como no le contestaba, dijo que dormiría todos los días en el Estudio. Esa sería su nueva casa.
...........La dejé hablar un instante. Alejandra, exaltada, monologueaba. Cambiaba de tono y se interrogaba a sí misma. Hubiera hecho el monólogo de Hamlet con mayor eficacia que Lawrence Oliver. Cuando ella tuvo conciencia de su “fuera de sí”, esperó ansiosa mis palabras. Me miraba como si estuviera en un patíbulo.

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Le pregunté si había enloquecido y si una pelea con la madre era motivo suficiente para una decisión tan fulminante. Insistió en que quería casarse. Y el verbo era éste. Casarse porque sí y contra todo. “Su vida era de ella”, y “su cuerpo era el suyo”, el de ella. Ella por lo tanto, era la “dueña de decidir”. Nadie podría interferir en sus decisiones. Ni su madre, ni su padre, ni el infierno.

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Su lógica chocaba contra mi asombro. Yo estaba en ese momento, como enfrentado conmigo mismo, o como quien está arrinconado en el ring y trata de eludir los golpes. Mi adversario era impredecible.
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Fragmento de "Alejandra Pizarnik, Anatomía de un recuerdo" de Juan Jacobo Bajarlía Ed. Almagesto-

8 de diciembre de 2009

Domingo 21 de Noviembre de 1971

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..........El domingo pasado traté de ahorcarme. Hoy no dejo de pensar en la muerte por agua. Nada me haría mejor que ver a Renée C.


..........Un título: El lugar perdido.


Las perras palabras.


..........El miércoles 10 salí del Pirovano en el que estuve cinco meses.
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Diarios A.P (Edición a cargo de Ana Becciu. Ed. Lumen)

Foto by: Santiago Caruso, "La Condesa Sangrienta".http://galleries1.weebly.com/the-bloody-countess.html

23 de noviembre de 2009

Sábado 16 de Agosto de 1969

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..........En cuanto a la obra (*), rehacerla de acuerdo con mis necesidades literarias. Voy a trabajar duro en ella pues quiero metamorfosearla.


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(*) cuando habla de la obra, A.P se refiere a "Los perturbados entre Lilas".

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OBRA
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La Obra la empecé en la última semana de julio, ¿y qué si la termino en marzo?



Releer Von Amien- Kleist.



Final: acaso Car y Seg resultan ser una sola persona (Car) que juega este juego en ausencia de Seg.



...........a) Una escena en que Car hace de los dos personajes y otra en que Seg hace de los dos.



..........b) Luego los cuatro personajes pueden ser una fantasía de la dactilógrafa = ella sería los cuatro
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LA FALTA DE TIEMPO. O presiento mi muerte cercana o me volvì loca.


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Domingo 7 de Septiembre de 1969.


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...........Terror de cosificar la obra. ¿Y por qué no lo haría? Vínculo sádico. La desmenuzo, la fragmento. Por momentos me parece que ya soy demasiado vieja, que ya sé demasiado sobre lo que no debe saberse si se quiere vivir, que ya lo comprendo todo (pero esto es un disparate). No es más que un movimiento falso venido de la fatiga.

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-Fragmentos de "Diarios", Edición a cargo de Ana Becciu- Ed Lumen

13 de noviembre de 2009

Lo sagrado en Pizarnik




“Podría decirse que en la trama de fondo de toda forma de vida humana, de toda cultura, es factible encontrar algún tipo de referencia a “eso” que se vivencia y se concibe como un gran drama que se despliega y expresa en distintos niveles: el cósmico, el social y por último en el nivel individual, personal, íntimo donde este conflicto se manifiesta y alcanza diversos grados de intensidad”

Ricardo Santillán Güemes (Imaginario del diablo)


“hay más misterio en la sombra de un hombre caminado en un día soleado
que en todas las religiones del mundo”

Giorgio de Chirico.




..........Alejandra está ligada desde pequeña a la tradición judía, al llegar a la adolescencia se aleja de los preceptos paternos y emprende una búsqueda intensa.
Dicha búsqueda, no descarta, la Cábala, el Talmud, ni si quiera la idea de “mejorar anímicamente”, realizando en oro y plata un talismán con el “cuadrado mágico” para combatir la nostalgia y ahuyentar la adversidad.



“Crear el mundo es, en verdad, darle sentido.
El mundo no existe mientras sea un puro caos...”.
Rodolfo Kusch


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El cuadrado mágico, realizado por Durero en su grabado “Melancolía”, consiste en una serie de número que sumados (en diversas direcciones) siempre dan por resultado 34, el número para combatir la nostalgia.
..........Lo que para algunos es un “juego fantástico” que remite a pensar una magia “primitiva”, para Alejandra era una formulación profunda, extraída de fuerzas ocultas que resolvían el destino del hombre. Este aspecto que quizás pueda sonar “anecdótico” acompaña de principio a fin la obra (y la vida) de Pizarnik.
..........La creación, lo mismo que magia y las religiones, tiene como motor fundamental la urgencia de la reparación del tiempo y el espacio del origen, la vuelta al estado paradisíaco, la re-instalación en el tiempo primordial. Por su parte, Pizarnik no sólo acometerá la búsqueda desde la conciencia plena, sino que a ella consagrará la mayor parte de su producción literaria:



“Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque todos estamos heridos



..........En este sentido, la creación para Alejandra, se convierte en re-ligión, en tanto es restauradora, de la fisura original. La escritura de Pizarnik (lo mismo, acaso, que su locura) se convierte en una suerte de conjuro, tal como ella misma reconocerá repetidamente:



“(…) Mi oficio (también en el sueño lo ejerzo) es conjurar y exorcizar. ¿A qué hora empezó la desgracia? No quiero saberlo. No quiero más que un silencio para mí y las que fui, un silencio como la pequeña choza que encuentran en el bosque los niños perdidos. Y qué sé yo qué ha de ser de mí si nada rima con nada…”



...........La creación artística, lo mismo que la cósmica y antropológica, requiere de un demiurgo ejecutante, un ser que, desde el afuera de la obra, sea capaz de introducirse, de tomar y ser parte, hasta ser muerto por ella, incluso.




“Para un brujo su vida es su arte y no hay otro producto de su arte más que él mismo". Don Juan Matus
(Carlos Castaneda)


...........La leyenda bíblica narra cómo, en primer lugar, dios prohíbe al hombre tomar los frutos del árbol de la vida y el de la ciencia del bien y del mal, temeroso acaso de que conocimiento e inmortalidad lo hagan igual a los dioses; posteriormente, niega a sus seres el mutuo entendimiento y decide confundir sus lenguas en la torre de Babel.
No contento con su creación, ensaya una y sucesivas reparaciones (o reconstrucciones): destruye ciudades, envía diluvio y plagas, en un intento por preservar tan sólo aquello que, a su juicio, merece permanecer. Hasta que, establecido su pacto con los hombres, la divinidad se aleja, se separa, los hace responsables de su destino y del porvenir: al sujeto concierne, en lo sucesivo, toda (re)creación (de sí, del mundo y aun de dios).



“El individuo ha de encontrar un aspecto del mito que se relacione con su propia vida”.
Joseph Campbell



..........Idéntica empresa será la que ocupe al artista en su hacer y desbaratar y rehacer el texto, en su desangrarse; hasta que, vencido por su peso, sólo le quede apartarlo, renunciarlo, entregarlo a quienes han de reconstruirlo y sostenerlo y existirlo: sus receptores. Una vez inmortal éste (su creación), sólo la muerte resta al demiurgo creador.
Pizarnik lo sabe, y decide sellar el periplo con su inexistencia. Renuncia al tiempo y a la obra, vencida por el pasado, por el futuro y por el presente, por todas las que ha sido y por las que no se atreve ya a ser: vencida por su creación.




“La muerte bostezó. La muñeca abrió los ojos.
–Qué Bida!– dijo la muñeca, que aún no sabía hablar sin faltas de ortografía”
Alejandra Pizarnik

“No le es dado al hombre conocer a sus semejantes. Tampoco, el conocimiento
del niño que fue: fue un niño pero lo olvidó, ha olvidado por completo la atmósfera interior de su infancia. Se trata, pues, de una pérdida de la memoria del tiempo de la infancia”

Michaux


...........Pizarnik (como seguramente Michaux) desea el regreso al tiempo del origen, acuciada por la urgencia de respuestas y sobre todo, por la tarea irrenunciable de completarse, de acabar el trabajo que quedara inconcluso en el momento de su nacimiento y así se lee en su obra:



Sólo escucho mis rumores desesperados, los cantos litúrgicos venidos de la tumba sagrada de mi ilícita infancia”.




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Pizarnik vuelve constantemente sobre el tema del origen, de la reminiscencia, de la herida y su actualidad.
El centro, el lugar primordial, sería, para ella, la infancia, espacio éste de la lucidez, del bosque, del jardín.
La infancia aparece como un espacio de salvación, el espacio, por antonomasia, de las respuestas. La niñez se resignifica como paraíso, como estado de bienaventuranza al que sucede una adultez que equivale a la consumación de las potencialidades del hombre y, al cabo, la caída.



“Y aún tienes cara de niña; varios años más y no les caerás en gracia ni a los perros”


...........Pizarnik se mira al espejo y sigue contemplando el rostro de una chiquilla; es incapaz de desprenderse de la imagen de la que fue y, con ella, de su tristeza, su soledad y su pavor. Continúa siendo una niña porque el dejar de serlo la aniquilaría.
El simbolismo del origen y del centro, del paraíso y de la caída, del bosque y del jardín está presente en toda la obra de Pizarnik. La poeta sabe que la procedencia del desgarro está en la herencia del ser y que ella misma participa de la herida en la medida en que ésta es ineludible, connatural.
En su diario, con fecha de 15 de abril de 1961, reconoce:



“La vida perdida para la literatura por culpa de la literatura. Por hacer de mí un personaje literario en la vida real fracaso en mi intento de hacer literatura con mi vida real pues ésta no existe: Es literatura




Para concluir, en la obra de Alejandra se observa una “tensión” religiosa hacia un Absoluto que se rechaza pero a la vez se anhela.:



“Sólo un ángel me enlazará a sol.
Dónde el ángel.
Dónde su palabra.

Oh perforar con vino la suave necesidad del ser”



..........Dios, muerte, noche, ángel, vino, conforman un ámbito simbólico que remite a la saga del devenir humano, puesta permanentemente en juego entre el terror arcaico y la esperanza de un hallazgo futuro.
..........El mal es una invención de la libertad (que se supone pasible del desvío, la subversión y la errancia) considerando libertad como un poder hacer y poder ser.
..........Lo trágico del mal, que aparece en la lírica pizarnikeana, no tiene relación con una conciencia moral. Mas bien se trata de una búsqueda de plenitud del deseo: el jardín por ejemplo, quizás ligada a lejanas reminiscencias religiosas.
Sin embargo es más poderoso el tema de la plenitud del deseo que el de la religiosidad, la escasa libertad (proveniente del sujeto escindido) apunta a acceder a un cierto sitio (de unión de sí) donde la fatalidad impide llegar.
En el ámbito del solipsismo (“solamente yo existo”) conformado por la unión “vida- literatura”, el Paraíso perdido, o nunca hallado, se encuentra en el lugar del poema. (Imposible de acceder)


hay en mí algo definitivamente errado, desviado y torcido”.


Existe un llamado que impulsa hacia el ser y la palabra:

“todo lo que digo y hago es para afirmar una continuidad de mi ser, la existencia de un lenguaje y un pensamiento propios. Pero yo habito el miedo, yo estoy suspendida del silencio.”




.............Se frustra el acceso a lograr el deseo de la palabra y la palabra del deseo.
De allí que el lugar ansiado ha de ser la muerte, como se observa a lo largo de toda la producción, especialmente en “Extracción de la piedra de la locura”, hito al cual se refiere, si debe escribir sobre moral, lo hace de una moral suicida:



“Esto depende de la moral suicida. De que se la padezca o no”



En una carta a León Ostrov le cuenta:

“…Una noche fue tan fuerte mi temor a enloquecer, fue tan terrible, que me arrodillé y recé y pedí que no me exiliaran de este mundo que odio, que no me cegaran a lo que no quiero ver, que no me lleven adonde siempre quise ir…
…Mi único ruego constante es que no me abandone la fe en algunos valores espirituales (poesía, pintura). Cuando me deja temporariamente viene la locura, el mundo se vacía y rechina como una pareja de robots copulando
..”

9 de noviembre de 2009

Diarios (Fragmentos)


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1971

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13 de Febrero.

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..........Aparentemente es el final. Quiero morir. Lo quiero con seriedad, con vocación íntegra.

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9 de Octubre.

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..........Van cuatro meses que estoy internada en el Pirovano.

Hace cuatro meses intenté morir ingiriendo pastillas.

Hace un mes, quise envenenarme con gas.

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..........Las palabras son más terribles de lo que me sospechaba. Mi necesidad de ternura es una larga caravana.

..........En cuanto a escribir, sé que escribo bien y esto es todo. Pero no me sirve para que me quieran.


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"Decir que me abandonaste sería muy injusto; pero me abandonaron terriblemente, es cierto."

Kafka.

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(Fragmento de "Diarios", edicion a cargo de Ana Becciu, Ed. Lumen)
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Foto: Lilya Nuratis.

11 de octubre de 2009

Diarios (Fragmento)


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26 de Junio 1962


..........Quiero escribir cuentos, quiero escribir novelas, quiero escribir en prosa. Pero no puedo narrar, no puedo detallar, nunca he visto nada, nunca he visto a nadie. Tal vez si me obligaran a ver, si me obligaran a expresar fielmente lo que veo. La poesía me dispersa, me desobliga de mí y del mundo. Pero contar en vez de cantar. No sé. Es cómo el lápiz mágico con el que soñaba de niña: que supiera, solo, multiplicar y dividir. Así ahora, me gustaría escribir novelas en el estilo más realista y tradicional que existe. No sé por qué me parece que una novela así es un verdadero acto de creación. Porque la poesía no soy yo quien la escribe.



Alejandra Pizarnik- Diarios

(Edición a cargo de Ana Becciu- Ed Lumen 2007)

21 de septiembre de 2009

-El Secreto Pizarnik-

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..........Igual que en la poética de Pizarnik, en su persona se operaba un fenómeno muy extraño en el sentido de que irradiaba un espacio donde la infancia, la adolescencia y la edad adulta convivían simultáneamente, sin solución de continuidad. (“En esta hora inocente/yo y la que fui nos sentamos/ en el umbral de mi mirada”)

..........Otro rasgo único y perturbador que transmitía era una conexión inmediata con lo inconciente, como una sacudida de electricidad negra. ( “Qué diría el mundo/si Dios lo hubiera abandonado así”) (“Cuando sí venga mis ojos brillarán/ de la luz de quien yo lloro/ mas ahora alienta un rumor de fuga/ en el corazón de toda cosa”). Esto es lo que explica el enorme impacto de su persona y de su poesía, y también explica el hecho de que muchos que se acercan a esta poesía se alejen súbitamente, por temor a “ser secuestrados” por ella, como ha dicho recientemente una joven poeta –expresión sumamente significativa.


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..........Aun cuando invoca los términos mas trajinados de la lírica, lo que importa es que Alejandra Pizarnik los pronuncia desde un yo muy diferente, un yo que parece coincidir no con una historia personal sino con una conciencia nocturna y a la vez terriblemente lúcida de lo que se encuentra en el centro misterioso del lenguaje mismo. Ella volvió el camino que había seguido para siempre intransitable, por haberlo llevado a una suerte de absoluto exasperante –y esto es particularmente cierto de su poesía lírica. Pero cuando uno ve, por ejemplo, la obra dramática de una Lola Arias, (Las Impúdicas en el Paraíso) que va por caminos muy diversos, se reconocen ráfagas de esa misma especie, traspuestas, naturalmente, al clima lingüístico y existencial de la primera generación del tercer milenio. Cuando en la última película de Aristarain el personaje de Federico Luppi entremezcla las reflexiones acerca de la lucidez que escribe en su diario con las de Alejandra, a la que llama genial, bien vemos que la huella Pizarnik está presente y tatuando todo nuestro entorno. En otras palabras, los verdaderos poetas –que son muy pocos: acaso un puñado en un siglo- siguen inscriptos en la mente de las generaciones por mucho tiempo y a través de muchas prolongaciones, porque precisamente son verdaderos poetas por haber contribuído sustancialmente a transfigurar el espacio mental y el lenguaje de su tiempo.


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Verdaderos y falsos retratos de Alejandra


..........Se ha elogiado hasta la saciedad un pequeño libro de César Aira sobre Alejandra, ambivalente y erróneo en muchos sentidos, del cual se sale sin saber si Alejandra era un genio, una poeta cursi, una plagiaria o alguien con quien, afortunadamente según el autor, concluye una tradición de poesía pura que sin embargo hemos superado y deberíamos olvidar. Acaso cabría hablar incluso de una suerte de terror ante una escritora terriblemente lúcida, cuya popularidad consterna a los menos populares. Muy certero e impresionante en cambio es este retrato de ella que da Fernando Noy, uno de los pocos testigos fidedignos de sus días finales: “Un colibrí que se había vuelto leopardo, un leopardo con corazón de mariposa santa. Era sagrada, era santa. Brava era, muy brava. Era de una bondad infernal, tan grande que daba espanto.”

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Ivonne Bordelois- Testimonios


Publicado por Patricia Venti

18 de agosto de 2009

Y el psiquiatra me preguntó...

(Dedicado a Luis J.)
Y el psiquiatra me preguntó:



-¿A qué asocia el nombre de Alejandra?-


El dulce nombre de Alejandra
el olor de los pinos y cipreses
casas rojas castillos medievales
una dama en el umbral
muebles púrpuras
la prodigiosa simetría de los parques
una hoja siempre en blanco
delante del ojo que acaricia
la falta de sonido
las lilas de los muros
un dolor enfermizo por casi todo
el muelle gris
las cosas que sólo existen en jardines
para decir cuyos nombres
es necesario empezar por Alejandra
la antigüedad de algunas piedras
respiración entrecortada
la dificultad
para hacer amigos,
en fin, medianoches fatales
en que todo nos falta
especialmente
un amigo
una amiga
inolvidables.

"Diáspora" 1976



Cristina Peri Rossi

15 de julio de 2009

Aprendizaje- Alejandra Pizarnik (Prosa)




Aprendizaje*
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-Admiré sólo la ejecución de los muñecos –dijo.

Cuanto más lo miraba, más fuerte era mi certidumbre de que nunca formularía, en mis poemas, signos iguales o parecidos a los que emitían esos muñecos. Y en verdad, ¿cómo comparar una paciente serie de pequeños actos con el impulso desenfrenado de la materia verbal errante?



-Ya no hay más nombres –dije a la loca.



-Si se queda unos años en el hospicio, le enseñaré a hacer muñecos como éstos –dijo.

¿Acaso es nada la vida? ¿Por qué conceder tanto tiempo a tan inútil aprendizaje?



-No quiero quedarme –dije-. De lo que se llama la locura, he oído hablar; como todo el mundo, pero no basta querer estar loca.

Se señaló a sí misma.

-No la abandone. No la deje sola.



Empezamos a llorar. Entró el médico. La señalé a ella y dije:

-Lo he dado todo y ahora me dejan sola.

Así aprendí cómo hacer un muñeco. Pero ustedes admiren sólo la ejecución de los muñecos.


Transcripto de Prosa completa
Edición a cargo de Ana Becciú
Buenos Aires, Lumen, 2003




* Hoja mecanografiada corregida a mano. Probablemente de 1970.


Fotos Google, edición: Lilya Nuratis

8 de julio de 2009

"Solo un nombre" - Alejandra Pizarnik- .

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..........En “Sólo un nombre”, poema que significativamente cierra el libro "La última inocencia", el tema del doble se plantea a nivel semántico y formal:




alejandra alejandra
y debajo estoy yo
alejandra




..........La doble mención de su nombre en el primer verso, ya plantea la división. Y el poema puede leerse como una tesis, en la cual surgen las dos alejandras, y la búsqueda de sí misma, dada por el uso del vocativo.


..........En los versos 2 y 3 se cumple el encuentro consigo misma y la unicidad que ya aparece indiciada en el título del poema en “Sólo” y “un”. El tercer verso es la síntesis del tú y del yo.12 Tenemos una verdadera imagen especular: “Alejandra” se mira y se desdobla. Crea un espacio físico, que servirá, además, para crear el lugar de la fusión y del encuentro, al utilizar el adverbio “debajo”. Hay una distancia entre la “Alejandra” corporal, carnal —“Alejandra” referente— y la “Alejandra” lingüística, que va a resolver la dualidad inicial. Para existir necesita nombrarse. Es ella = lenguaje. De allí el título del poema: “Alejandra” como nombre, que es su forma de existir.


..........Es un poema dialéctico, debido a las tensiones que se establecen en el primer verso, y al juego de oposiciones, que se resuelve, finalmente, en la unicidad del nombre “Alejandra”, del tercer verso. Y es también un ícono, creado por el uso del adverbio “debajo”, que presenta la ilusión de espacio, y funde el primer verso con el último. El triángulo invertido que se crea produce una geometrización del poema, en la cual ella, “Alejandra”, “masa lingüística”, aparece como vértice y soporte.


..........Por último, y a nivel semántico, este poema subraya su incapacidad para desprenderse de la palabra, es decir: el lenguaje como elección, como realización, pero también como prisión ineludible —dicotomía que intentará resolver en el silencio.

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Alejandra Pizarnik, Evolución de un lenguaje poético- Susana Haydu

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Foto: Alejandra Pizarnik. Edición: Lilya Nuratis.

6 de julio de 2009

La Enamorada- Alejandra Pizarnik

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Esta lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra alejandra no lo niegues.

hoy te miraste en el espejo
y te fue triste estabas sola
la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió

enviarás mensajes sonreirás
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado
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oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú
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te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más
!
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(Alejandra Pizarnik, de La última inocencia, 1956)

1 de julio de 2009

Dos finas poetas argentinas: Alejandra y Sylvia y viceversa




—Tac, Tac, Tac. Los martillazos que daban no dejaban sosiego ni tranquilidad.


—Mantengamos en alto la líricaxx exigencia


Que impone jerarquías de la ropa interior.


La calidad del culo es la única excelencia...


Así cantaba el Chulo que nos dejó en herencia


El fino privilegio del culo y de la flor.


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—Las lenguas muertas. Las lenguas vivavs. El palillero. el cura présbita.


La nariz roma. Una perra gorda en la mano y una flaca en la otra mano
para hacerle cuestiones al veterinario. El cogote cortado al rape. Enco-
gerse de hombros estilo Angélicacxxxx. Cojo. Hacer cama. ¡Qué cosa tan
bonita! Sus fuerzas son pocas, su habilidad es mucha. Tiene un culo algo
grande. ¡Qué lástima. Luego salieron seis enanos comiendo confites, opri-
miéndo sus niños contra sí, éstos contándose sus vidas y aquellos sus
amores.


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El, la espalda.


El, la frente.


El, la llama.


El, la llama.


El, la llama.


El, la pez.


El, la tierra.


El, la cólera.


El, la prisxión.


El, la malmaison.


El, la toison.


El, la oración.


El, la creación.


El, la semaison.


El, la torpille, la ralme, la fumée, l’armoise, la dour, la légion d’honneur.


Vivaqueemos, vivaqueemos, vivaqueemos!!


C vous connûtes Rosita9?
ombrait lègèrement la lèvre supérieure de Rosette un duvet fin. Et aussi
celle de sa soeur Conchette la Soltère.




Nota: Atención de Sylvia Molloy. Escritos en colaboración con Pizarnik en París. Los errores tipográficos son de la versión original.






Fragmento de: Alejandra Pizarnik: Evoluciòn de un Lenguaje Poètico. de Susana Haydu



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Agradezco profundamente la Gentileza de Mauro Morgan!!! por haberme acercado a la lectura de este libro exquisito y fascinante!!.







Mauro habita en: www.corrompimiento.blogspot.com





28 de junio de 2009

"Harta del principio femenino" A.P (Texto inédito)



...........Ahora bien: veía a Mme. X rellenando la manga con mierda y decorando su torta con sus metáforas: cruz de toda mujer: Merde alors. Y me dio asco, no por la evocación de la mierda sobre el postre sino por enmierdar (tan) gratuitamente el idioma. De pronto tuve ganas de rezar a Flaubert, de pedir perdón a Saint Flaubert (Flaubert soy yo). Eso no se lo perdonaré nunca, ese esquivar tan cobardemente las palabras (más) justas y (más) precisas. Además, algunas las pronunciaba defectuosamente...


...........Estoy harta del principio femenino
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araña lúgubre o araña maravillosa, y no es que me considere salvada definitivamente de cualquier posible tentación de entrar en el nido de arañas de (los homosexuales) (las lesbianas) Buenos Aires. No me siento (homosexual ni lo contrario) (No me siento lesbiana)...



.............Me voy diciéndome: se acabaron tantos (vientres) y pechos desnudos. Me pongo triste puesto que no hay nada más trágico que las aventuras sáficas entre dos criaturas que no son lesbianas (en el sentido común del término) pues no son de este mundo.


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"Harta del principio femenino" y "Diana de Lesbos"


(Textos inéditos de Alejandra Pizarnik)





Fragmentos extraidos de "La Escritura invisible, el discurso autobiográfico en Alejandra Pizarnik" de Patricia Venti.

Imagenes: Marc Ryden

18 de junio de 2009

Entradas suprimidas de "Diarios..."




....... (...)En cuanto a los diarios íntimos, han ocurrido dos cosas: primero, cuando la autora regresó a Buenos Aires, quiso reescribir algunas entradas para publicarlas en revistas literarias; y segúndo, después de treinta y seis años de su muerte, su albacea ha suprimido más de 120 entradas, además de excluir casi por completo el año 1971, y en su totalidad el año 1972. Las omisiones están distribuídas a lo largo del diario, cuya materia suele referirse a teas sexuales o íntimos. también se excluyen textos narrativos que muestran las costuras de la escritura (una especie de borradores), que a posteriori, serían reelaborados para su publicación.




Fragmentos de entradas suprimidas:



..........Ayer soñé que Luis M. y yo asesinábamos a mi padre. Después íbamos a buscar a mi madre a una casa extraña habitada por otra mujer. Yo estaba extrañamente feliz. Y mi madre, una vez enterada del asesinato, también se contentaba (…) Apenas desperté, aún en duermevela, me dije “ Tu padre te impide amar”.



Entrada suprimida en Diarios, 1 de Febrero de 1959, Alejandra Pizarnik Papers, archivo 1, carpeta 8, Departamento de Libros Raros y Colecciones Especiales, Biblioteca de la Universidad de Princeton.

...


..........Cuando todo terminó me acerqué a Cristina y después de un espacio de tiempo (…) me ví en un abrazo de Cristina, besándonos las dos, haciéndola gozar y gemir (yo no sentía placer, no sentía nada) Como un relámpago pasó la imagen de Roberto corriendo junto al chico y los dos abrazados. Después, por la noche, tuve más sed que nunca y tomé enormes cantidades de agua y sentí miedo de morir de un ataque de sed.



Entrada suprimida en Diarios, 24 de Junio de 1959, Alejandra Pizarnik Papers, archivo 1, carpeta 9, Departamento de Libros Raros y Colecciones Especiales, Biblioteca de la Universidad de Princeton.

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..........Si no soy una supliciada por qué, para qué y en nombre de qué iría a escribir, y no escribo cuando estoy contenta porque los signos de la escritura no hacen alianza con la alegría que exige expresiones diferentes, la grafía corporal, por ejemplo.

Entrada suprimida en Diarios, 16 de Septiembre de 1968, Alejandra Pizarnik Papers, archivo 2, carpeta 18, Departamento de Libros Raros y Colecciones Especiales, Biblioteca de la Universidad de Princeton.

...


..........Tanta máscara, para qué, para quién. ¿Y todo, en esta vida habrá sido para divertir al espejo? Hablo de uniones, de puentes, de nupcias. Hablo de decir con una voz que no nace porque no la dejan. Hablo de un contacto amoroso, de manos que existen para estrechar otras, de labios que cumplen con su función, hablo del amor, qué diablos, del amor que me sucede a mí, ahora en este preciso instante.


Entrada suprimida en Diarios, 19 de Octubre de 1962, Alejandra Pizarnik Papers, archivo 2, carpeta 1, Departamento de Libros Raros y Colecciones Especiales, Biblioteca de la Universidad de Princeton.




La Escritura Invisible-
El discurso autobiográfico en Alejandra Pizarnik”


Patricia Venti.

Poema enviado a Leon Ostrov

Temor y temblor

Estos huesos en la noche,

Estas palabras como piedras preciosas

En la garganta viva de un pájaro petrificado,


Este verde muy amado,


Este lila caliente,


Este corazón sólo misterioso.

Con manos pequeñas

Estrechar la piel furiosa

De lo que crece en el sueño.

Ofrendas, alegrías olvidadas,

Respiración nueva, a quien,


Dónde dejarlas en lo oscuro tembloroso,

en el temor de la muerte primitiva.

Perdida en el silenciode las palabras fantasmas.

¿Quién es el heredero del viento?


¿Quién la llena de días?


¿Quién hace que ella viva?


Si la muerte es memoria cerrada,

¿quién sopla y germinaen mis tiempos de espanto?

¿Qué hace que ella viva?¿Qué la mantiene?

¿Qué la desdeñay gira y sueña?



(Poema incluido en una carta enviada a León Ostrov, 1960-1961)
Dibujo: Alejandra Pizarnik.

13 de junio de 2009

La hija del insomnio (Enrique Molina)


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..........Cuando pienso en Alejandra la veo pasar, solitaria, en una de esas burbujas del Bosco donde yacen parejas desnudas, dentro de un mundo tan tenue que sólo por milagro no estalla a cada segundo. Pero la suya es una burbuja nocturna, irisada como una perla negra. Criatura fascinada y fascinante, víctima y maga, ardía en la hoguera y, al mismo tiempo, con esa maldad de la poesía prendía fuego al mundo circundante, lo hacía arder con una fosforescencia tierna y sombría, que iluminaba su rostro de niña con una sonrisa fantasma. Niña predestinada a ser vista, con los ojos absortos, en aldeas de Alquimia del Verbo, entrevistas en el fondo de un lago. Pero aún allí, en la profundidad de los sueños, fue también la extranjera, la extraviada de sí misma. Una desconocida con su mismo rostro avanzaba hacia otro lugar, en todo instante de su existencia terrestre, interrogándola con las preguntas más desgarradoras, planeándole sin cesar sus propios enigmas, el misterio de todo amor y toda ausencia. Porque Alejandra permaneció siempre en el linde perdido de otra ribera, cuyo eco no dejó nunca de resonar en las zonas de sombra de su ser con la nostalgia de “los verdes paraísos de los amores infantiles”.




Enrique Molina (fragmento tomado de Semblanza, Frank Graziano)

9 de junio de 2009

Carta de Alejandra a Silvina Ocampo (fragmento)


B.A 31/1/72

...........…Silvine, mi vida (en el sentido literal) le escribí a Adolfito para que nuestra amistad no se duerma. Me atreví a rogarle que te bese (poco: 5 o 6 veces) de mi parte y creo que se dio cuenta de que te amo SIN FONDO. A él l amo pero es distinto, vos sabés ¿no? Además lo admiro y es tan dulce y aristocrático y simple. Pero no es vos, mon cher amour. Te dejo: me muero de fiebre y tengo frío. Quisiera que estuvieras desnuda, a mi lado, leyendo tus poemas en voz viva. Sylvette mon amour, pronto te escribiré. Sylv, yo sé lo que es esta carta. Pero te tengo confianza mística. Además la muerte tan cercana a mí (tan lozana!) m oprime (…) Sylvette, no es una calentura, es un re-conocimiento infinito de que sos maravillosa, genial y adorable. Haceme un lugarcito en vos, no te molestaré. Pero te quiero, oh no imaginás cómo me estremezco al recordar tus manos (que jamás volveré a tocar si no te complace puesto que ya lo ves que lo sexual es un “tercero” por añadidura. En fin, no sigo. Les mando los librejos de poemúnculos meos- cosa seria. Te beso como yo sé i a la rusa (con variantes francesas y de Córcega).


..........O no te beso sino que te saludo, según tus gustos, como quieras.


Me someto. Siempre dije no para un día decir mejor sí.


(Ojo: esta carta tu peut tén foutre et me répondre á propos des (1) hormigas culonas)


Sylvette, tu es la seule, l´unique. mais ca il faut le dire: Jamais tu rencontreras quelqu´un comme moi- Et tu le sais (tout)


(Et maintenant je pleure (2). Silvina curame, ayudame, no es posible ser tamaña supliciada-)
Silvina, curame, no hagas que tenga que morir ya.


"Correspondencia Pizarnik"
Ivonne Bordelois (Seix Barral 1998)




1. “Podés meterte esta carta en el culo y contestarme acerca de…”


2. “Sylvette, sos la sola, sos la única. Pero es necesario decirlo: nunca encontrarás a nadie como yo. Y eso lo sabés (todo).
Y ahora estoy llorando”.

4 de junio de 2009

PIEDRA FUNDAMENTAL- Alejandra Pizarnik

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No puedo hablar con mi voz sino con mis voces.
Sus ojos eran la entrada del templo, para mí, que soy errante, que amo y muero. Y hubiese cantado hasta hacerme una con la noche, hasta deshacerme desnuda en la entrada del tiempo.


Un canto que atravieso como un túnel.


Presencias inquietantes, gestos de figuras que se aparecen vivientes por obra de un lenguaje activo que las alude, signos que insinúan terrores insolubles.





..........Una vibración de los cimientos, un trepidar de los fundamentos, drenan y barrenan, y he sabido dónde se aposenta aquello tan otro que es yo, que espera que me calle para tomar posesión de mí y drenar y barrenar los cimientos, los fundamentos,

aquello que me es adverso desde mí, conspira, toma posesión de mi terreno baldío,


no,


he de hacer algo,


no,


no he de hacer nada,


algo en mí no se abandona a la cascada de cenizas que me arrasa dentro de mí con ella que es yo, conmigo


que soy ella y que soy yo, indeciblemente distinta de ella.
En el silencio mismo (no en el mismo silencio) tragar noche, una noche inmensa inmersa en el sigilo de los pasos perdidos.
No puedo hablar para nada decir. Por eso nos perdemos, yo y el poema, en la tentativa inútil de transcribir relaciones ardientes.

¿A dónde la conduce esta escritura? A lo negro, a lo estéril, a lo fragmentado.

..........Las muñecas desventradas por mis antiguas manos de muñeca, la desilusión al encontrar pura estopa (pura estepa tu memoria): el padre, que tuvo que ser Tiresias, flota en el río. Pero tú, ¿por qué te dejaste asesinar escuchando cuentos de álamos nevados?



..........Yo quería que mis dedos de muñeca penetraran en las teclas. Yo no quería rozar, como una araña, el teclado. Yo quería hundirme, clavarme, fijarme, petrificarme. Yo quería entrar en el teclado para entrar adentro de la música para tener una patria. Pero la música se movía, se apresuraba. Sólo cuando un refrán reincidía, alentaba en mí la esperanza de que se estableciera algo parecido a una estación de trenes, quiero decir: un punto de partida firme y seguro; un lugar desde el cual partir, desde el lugar, hacia el lugar, en unión y fusión con el lugar. Pero el refrán era demasiado breve, de modo que yo no podía fundar una estación pues no contaba más que con un tren algo salido de los rieles que se contorsionaba y se distorsionaba. Entonces abandoné la música y sus traiciones porque la música estaba más arriba o más abajo, pero no en el centro, en el lugar de la fusión y del encuentro. (Tú que fuiste mi única patria ¿en dónde buscarte? Tal vez en este poema que voy escribiendo.)


Una noche en el circo recobré un lenguaje perdido en el momento que los jinetes con antorchas en la mano galopaban en ronda feroz sobre corceles negros. Ni en mis sueños de dicha existirá un coro de ángeles que suministre algo semejante a los sonidos calientes para mi corazón de los cascos contra las arenas.


(Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.)


(Es un hombre o una piedra o un árbol el que va a comenzar el canto...)


Y era un estremecimiento suavemente trepidante (lo digo para aleccionar a la que extravió en mí su musicalidad y trepida con más disonancia que un caballo azuzado por una antorcha en las arenas de un país extranjero).

Estaba abrazada al suelo, diciendo un nombre. Creí que me había muerto y que la muerte era decir un nombre sin cesar.

No es esto, tal vez, lo que quiero decir. Este decir y decirse no es grato. No puedo hablar con mi voz sino con mis voces. También este poema es posible que sea una trampa, un escenario más.

Cuando el barco alteró su ritmo y vaciló en el agua violenta, me erguí como la amazona que domina solamente con sus ojos azules al caballo que se encabrita (¿o fue con sus ojos azules?). El agua verde en mi cara, he de beber de ti hasta que la noche se abra. Nadie puede salvarme pues soy invisible aun para mí que me llamo con tu voz. ¿En dónde estoy? Estoy en un jardín.


Hay un jardín.


Alejandra Pizarnik
El infierno musical, 1971
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Fotografías: Verónica Gentile
(Poeta y Fotógrafa)

30 de mayo de 2009

El espacio fracturado del yo.

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..........En algunos caos, el “otro yo” se desprende totalmente y se objetiva en significantes como “muñeca”, "maniquí”, “niña”, “cadáver”, “voces ajenas”, “lobo/loba”, o mediante personificaciones aposicionales como “la yacente”, “la que no pudo más”, “la silenciosa”, “la viajera”, etc.


Cuídate de mí amor mío/ cuídate de la silenciosa en el desierto/ de la viajera con el vaso vacío/ y de la sombra de su sombra. (Árbol de Diana)


Yo estaba desnuda y (…) arrastraba mi cadáver también desnudo.


..........La cosificación, por supuesto, refuerza la distancia entre el yo del hablante y su propia “naturaleza muerta”- excepcionalmente reunidos en un “nosotros” en el momento de la aniquilación:


Y lejos en la negra arena, yace una niña densa de música ancestral (…) La yacente anida en mí con su máscara de lobo. La que no pudo más e imploró llamas y ardimos. (EPL)



..........La muñeca es un alter-ego privilegiado. Icono desvalorizado del yo, “resto o harapo del mundo inocente de la niñez” (Piña 1991: 77), pero también potencialmente siniestro (“dolls, tiny female figures that can be so easily broken and torn apart, but which are also sinister, beacause in their silence there is a sense of knowledge”, Bassnett 1990:42), es a veces una muñeca completa, inclusive dotada de vida, o, en su reducción máxima, una figura dibujada.



La muerte bostezó. La muñeca abrió los ojos. // -Qué bida!- dijo la muñeca, que aún no sabía hablar sin faltas de ortografía.




Muñequita de papel, yo la recorté en papel celeste, verde, rojo (…) un dibujo que representa una pequeña casa (…) allí ha de poder vivir la muñequita de papel
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Florinda F. Goldberg

Alejandra Pizarnik: “Este espacio que somos”
Ediciones Hispamérica (1994)

27 de mayo de 2009

-MUÑEQUITOS- en "Alejandra Secreta" (Inés Malinow)


..........En su departamento guardaba unos muñequitos: "este me lo regaló mi padre" decía de su predilecto (el portero lo halló estrellado en el piso)
Cuando alguien acudió al departamento, aún vivía, el fracaso de somnífero vacío a su lado. Tomaba siempre pastillas para dormir, las precisaba. ¿Esa noche ingirió pastillas de más? Acaso ni reparó en ello.

..........La velaron en la Sociedad Argentina de Escritores: una corona pequeña en forma de corazón con flores de color rosa indicaba en su tarjeta “Silvina Ocampo”.
En una silla sollozaba la madre, la hermana trataba de calmarla, por doloroso que fuera, esperaban algo así. Varios escritores, desolados, conversaban en voz baja. Los poetas jóvenes que la admiraban conversaban en un rincón.
Era un día gris.



Inés Malinow

25 de mayo de 2009

Lo que dice la poesía -Testimoniar sin lengua (fragmento I)

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.........Gilles Deleuze deja claro que enfermedad y literatura no son compatibles: "No se escribe con las propias neurosis. La neurosis, la psicosis, no son fragmentos de vida, sino estados en los que se cae cuando el proceso está interrumpido, impedido, cerrado. La enfermedad no es proceso, sino detención de proceso” (en “Crítica y Clínica”, Barcelona, Anagrama, 1996, p. 11).
Visto desde esta perspectiva en la que escribir forma parte de un proceso – “un paso de vida que atraviesa lo vivible y lo vivido”- queda claro que ni la enfermedad es condición de la escritura – supuesto que subyace a la construcción del mito del “Maldito” moderno-, ni la escritura es un medio para curarse de ninguna enfermedad- supuesto que subyace a la idea de que el arte puede ser tomado como una laborterapia-.


..........Ambas variantes, a su vez, le abren el camino , entre otras formas degradadas de la crítica, a lo que se dio en llamar “psicoanálisis aplicado”. Pizarnik, en “ Sala de psicopatología”, dice: “Cuando pienso en laborterapia, me arrancaría los ojos en una casa en ruinas y me los comería pensando en mis años de escritura continua, 15 o 20 horas escribiendo sin cesar aguzada por el demonio de las analogías, tratando e configurar mi atroz materia verbal errante “. Afirmaciones como ésta convocan al conocido verso de Juan Gleman, “hagamos un mundo para que Alejandra se quede”. Sería deseable que en ese mundo- por lo menos en lo que se refiere al mundo acotado de la crítica- estuvieran dadas las condiciones para poder leer, en la obra de los poetas, aquello que tiende a disolver los dualismos en lugar de devolver esas obras, con mayor o menos sutileza a algún extremo que dé por interrumpido el proceso (dicotomías subsidiarias a la oposición realismo-formalismo se reprodujeron hasta lo inimaginable a lo largo del siglo XX). En ese sentido, se hace necesario apelar a un mundo que suicide sus preconceptos para no poner a la poesía- esa actividad tan peligrosa como un cuchillo sin hoja- a suicidar poetas.



-Tamara Kamenszain-

"La boca del testimonio: lo que dice la poesía".
Grupo editorial Norma- Buenos Aires 2007



23 de mayo de 2009

Carta para Alejandra Pizarnik en el país de la inocencia (Fragmento II)

(...) Cuántas veces hablamos sin discutir jamás - ¿te acordás. Alejandra?- en tu pequeña habitación de la calle Lambaré, y después, cuando te mudaste a Montes de Oca, en Barracas, en aquel otro cuartito repleto de libros, afiches y collages. Recuerdo un gran cartel en el que aparecía Gérard Philipe comiéndose un libro. Por aquella época me confesaste tu amor por el gran actor francés y me envidiabas porque en mi próximo viaje a París iba a tener oportunidad de verlo. Gérard Philipe murió cuando yo llegué a la ciudad inteligente. Supongo cómo habrás sufrido al recibir la noticia.

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.........El relato de mis andanzas parisinas avivó más aún tu deseo de vivir en la capital de los poetas y marchaste hacia allí un año después. Conservo tus cartas con sus renglones de letra menuda, infantil, y sus viñetas de muñequitos encantadores. En París conociste a Simon de Beauvoir y a Sartre, a Octavio Paz y a otros grandes nombres de la literatura universal, pero, como aquel Malte Laurids, de Rilke, intimaste también con la soledad. La soledad ya no te abandonaría.

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..........En una de esas cartas me dijiste en francés “je ne Desire qu´un ange”. Deseabas un ángel porque vos también eras un ángel. Pero un ángel exiliado, desterrado, o para decirlo mejor: desrielado. Y porque eras un ángel decidiste un día regresar al mundo mágico de la noche sin tiempo y la verdad sin memoria. Es decir, al reino de la inocencia, donde no caben ni la memoria ni el tiempo. Pero antes de dejarnos nos entregaste tus pequeñas palabras, las desoladas o luminosas señales con las que aún sigues nombrando el misterio que canta en el rojo brillante de una manzana o acecha desde un frasquito de barbitúricos.

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.........De entre esas palabras, quiero recordar las de un poema que me regalaste, manuscrito, al poco tiempo de conocernos, en aquellos días que caminábamos juntos las calles de tu adolescencia. Cuando las escribiste no tenías veinte años y sin embargo ya alentaba en esos versos la Alejandra lúcida y al mismo tiempo sombría, dura, torturada, que fuiste en la última época. El poema no tiene título sino esta dedicatoria: “Antonio : entonces el ángel que firma con mi nombre me dicto este poema para ti”. Y los versos son estos:



Afuera hay sol
No es mas que un sol
Pero los hombres miran
Y después cantan.
Yo lloro debajo de un suspiro.
Yo agito pañuelos en la noche
Y barcos sedientos de realidad
Bailan conmigo
Yo oculto clavos
Para escarnecer a mis sueños enfermos.
Afuera hay sol.
Yo me visto de cenizas.


..........Afuera sigue saliendo el sol, Alejandra, para alumbrar las mentiras que no quisiste aceptar. Vos, del otro lado, del lado de la verdad, de la inocencia sin tiempo y sin memoria, quizás estés ahora ofreciéndole a un ángel parecido a Gérard Philipe aquella manzana que una vez hurtaste en un rapto de poesía.



Antonio Requeni. (1974)

19 de mayo de 2009

CARTA PARA ALEJANDRA PIZARNIK EN EL PAÍS DE LA INOCENCIA (Fragmento I)

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Querida Alejandra:

..........Hoy estuve caminando por tus calles, esas calles que nos vieron andar juntos hace más de veinte años. Éramos muy jóvenes. Vos una chiquilina de pelo rubio y ojos claros, ensanchados por el asombro, te parecías a Alicia en el País de las Maravillas. Hablábamos de poesía sin que el tema se nos acabara nunca.


..........Hablábamos también de seres cuyo descubrimiento y amistad iban enriqueciendo tu alma. Recuerdo tu fascinación ante los paisajes perturbadores que te invitó a transitar el pintor Batlle Planas. No olvido tu deslumbramiento ante la sabiduría humilde y el aura de santidad que parecía desprenderse de nuestro admirado Antonio Porchia.


..........Te evo aún subyugada por la personalidad de Arturo Cuadrado, a quién le faltaba la barba y le sobraba un brazo para parecerse a aquel funambulesco don Ramón maría del Valle Inclán; el increíble Arturo Cuadrado, que fue amigo del autor de las “Sonatas” y editó tu primer libro en los años iniciales de Botella al Mar.


..........Te veo todavía, Alejandra, por la calle Lambaré, en Avellaneda, donde estaba la casa de tus padres, en cuyo zaguán nos sentamos una noche, de regreso de una reunión literaria, a recitarnos versos. Te evoco por Viamonte en la cuadra de Filosofía y Letras, especialmente aquella tarde en que a poco de doblar por Reconquista te detuviste ante los cajones de una frutería, expuestos en la vereda, y tanto te maravilló la presencia carnal de una manzana, su rojo brillante, su aroma con reminiscencias de Paraíso y de pecado, que te apoderaste de ella y saliste corriendo -yo contigo- mientras el frutero, advertido del hurto, levantaba su puño amenazante y nos insultaba desde la puerta de su negocio.


..........Aquello fue una travesura de niños. Yo entonces no lo era tanto, pero tu compañía, Alejandra, tenía la virtud de devolverme a la atmósfera inocente y alegre de la infancia. Éramos dos hermanos unidos por comunes hallazgos e ilusiones, a quienes no consiguen separar, con el tiempo, temperamentos o convicciones distintas. Porque en materia de poesía los dos seguimos caminos aparentemente opuestos. Yo opté por la comunicación y el sentimiento- un día me dijiste, sonriente, que yo era un sentimental sin remedio, un poeta de otra generación que moriría aplastado por una lágrima-. Vos elegiste el camino más arduo y oscuro, el más alucinante y angustioso: el de aquellos poetas abismales y reveladores que ofrendaron su destino en el altar de la poesía y se quemaron en su fuego.


Antonio Requeni (fragmento)


(Carta manuscrita de Alejandra Pizarnik a Antonio Requeni)