“Podría decirse que en la trama de fondo de toda forma de vida humana, de toda cultura, es factible encontrar algún tipo de referencia a “eso” que se vivencia y se concibe como un gran drama que se despliega y expresa en distintos niveles: el cósmico, el social y por último en el nivel individual, personal, íntimo donde este conflicto se manifiesta y alcanza diversos grados de intensidad”
Ricardo Santillán Güemes (Imaginario del diablo)
“hay más misterio en la sombra de un hombre caminado en un día soleado
que en todas las religiones del mundo”
Giorgio de Chirico.
..........Alejandra está ligada desde pequeña a la tradición judía, al llegar a la adolescencia se aleja de los preceptos paternos y emprende una búsqueda intensa.
Dicha búsqueda, no descarta, la Cábala, el Talmud, ni si quiera la idea de “mejorar anímicamente”, realizando en oro y plata un talismán con el “cuadrado mágico” para combatir la nostalgia y ahuyentar la adversidad.
“Crear el mundo es, en verdad, darle sentido.
El mundo no existe mientras sea un puro caos...”.
Rodolfo Kusch
..........El cuadrado mágico, realizado por Durero en su grabado “Melancolía”, consiste en una serie de número que sumados (en diversas direcciones) siempre dan por resultado 34, el número para combatir la nostalgia.
..........Lo que para algunos es un “juego fantástico” que remite a pensar una magia “primitiva”, para Alejandra era una formulación profunda, extraída de fuerzas ocultas que resolvían el destino del hombre. Este aspecto que quizás pueda sonar “anecdótico” acompaña de principio a fin la obra (y la vida) de Pizarnik.
..........La creación, lo mismo que magia y las religiones, tiene como motor fundamental la urgencia de la reparación del tiempo y el espacio del origen, la vuelta al estado paradisíaco, la re-instalación en el tiempo primordial. Por su parte, Pizarnik no sólo acometerá la búsqueda desde la conciencia plena, sino que a ella consagrará la mayor parte de su producción literaria:
“Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque todos estamos heridos”
..........En este sentido, la creación para Alejandra, se convierte en re-ligión, en tanto es restauradora, de la fisura original. La escritura de Pizarnik (lo mismo, acaso, que su locura) se convierte en una suerte de conjuro, tal como ella misma reconocerá repetidamente:
“(…) Mi oficio (también en el sueño lo ejerzo) es conjurar y exorcizar. ¿A qué hora empezó la desgracia? No quiero saberlo. No quiero más que un silencio para mí y las que fui, un silencio como la pequeña choza que encuentran en el bosque los niños perdidos. Y qué sé yo qué ha de ser de mí si nada rima con nada…”
...........La creación artística, lo mismo que la cósmica y antropológica, requiere de un demiurgo ejecutante, un ser que, desde el afuera de la obra, sea capaz de introducirse, de tomar y ser parte, hasta ser muerto por ella, incluso.
“Para un brujo su vida es su arte y no hay otro producto de su arte más que él mismo". Don Juan Matus
(Carlos Castaneda)
...........La leyenda bíblica narra cómo, en primer lugar, dios prohíbe al hombre tomar los frutos del árbol de la vida y el de la ciencia del bien y del mal, temeroso acaso de que conocimiento e inmortalidad lo hagan igual a los dioses; posteriormente, niega a sus seres el mutuo entendimiento y decide confundir sus lenguas en la torre de Babel.
No contento con su creación, ensaya una y sucesivas reparaciones (o reconstrucciones): destruye ciudades, envía diluvio y plagas, en un intento por preservar tan sólo aquello que, a su juicio, merece permanecer. Hasta que, establecido su pacto con los hombres, la divinidad se aleja, se separa, los hace responsables de su destino y del porvenir: al sujeto concierne, en lo sucesivo, toda (re)creación (de sí, del mundo y aun de dios).
“El individuo ha de encontrar un aspecto del mito que se relacione con su propia vida”.
Joseph Campbell
..........Idéntica empresa será la que ocupe al artista en su hacer y desbaratar y rehacer el texto, en su desangrarse; hasta que, vencido por su peso, sólo le quede apartarlo, renunciarlo, entregarlo a quienes han de reconstruirlo y sostenerlo y existirlo: sus receptores. Una vez inmortal éste (su creación), sólo la muerte resta al demiurgo creador.
Pizarnik lo sabe, y decide sellar el periplo con su inexistencia. Renuncia al tiempo y a la obra, vencida por el pasado, por el futuro y por el presente, por todas las que ha sido y por las que no se atreve ya a ser: vencida por su creación.
“La muerte bostezó. La muñeca abrió los ojos.
–Qué Bida!– dijo la muñeca, que aún no sabía hablar sin faltas de ortografía”
Alejandra Pizarnik
“No le es dado al hombre conocer a sus semejantes. Tampoco, el conocimiento
del niño que fue: fue un niño pero lo olvidó, ha olvidado por completo la atmósfera interior de su infancia. Se trata, pues, de una pérdida de la memoria del tiempo de la infancia”
Michaux
...........Pizarnik (como seguramente Michaux) desea el regreso al tiempo del origen, acuciada por la urgencia de respuestas y sobre todo, por la tarea irrenunciable de completarse, de acabar el trabajo que quedara inconcluso en el momento de su nacimiento y así se lee en su obra:
“Sólo escucho mis rumores desesperados, los cantos litúrgicos venidos de la tumba sagrada de mi ilícita infancia”.
...........Pizarnik vuelve constantemente sobre el tema del origen, de la reminiscencia, de la herida y su actualidad.
El centro, el lugar primordial, sería, para ella, la infancia, espacio éste de la lucidez, del bosque, del jardín.
La infancia aparece como un espacio de salvación, el espacio, por antonomasia, de las respuestas. La niñez se resignifica como paraíso, como estado de bienaventuranza al que sucede una adultez que equivale a la consumación de las potencialidades del hombre y, al cabo, la caída.
“Y aún tienes cara de niña; varios años más y no les caerás en gracia ni a los perros”
...........Pizarnik se mira al espejo y sigue contemplando el rostro de una chiquilla; es incapaz de desprenderse de la imagen de la que fue y, con ella, de su tristeza, su soledad y su pavor. Continúa siendo una niña porque el dejar de serlo la aniquilaría.
El simbolismo del origen y del centro, del paraíso y de la caída, del bosque y del jardín está presente en toda la obra de Pizarnik. La poeta sabe que la procedencia del desgarro está en la herencia del ser y que ella misma participa de la herida en la medida en que ésta es ineludible, connatural.
En su diario, con fecha de 15 de abril de 1961, reconoce:
“La vida perdida para la literatura por culpa de la literatura. Por hacer de mí un personaje literario en la vida real fracaso en mi intento de hacer literatura con mi vida real pues ésta no existe: Es literatura”
Para concluir, en la obra de Alejandra se observa una “tensión” religiosa hacia un Absoluto que se rechaza pero a la vez se anhela.:
“Sólo un ángel me enlazará a sol.
Dónde el ángel.
Dónde su palabra.
Oh perforar con vino la suave necesidad del ser”
..........Dios, muerte, noche, ángel, vino, conforman un ámbito simbólico que remite a la saga del devenir humano, puesta permanentemente en juego entre el terror arcaico y la esperanza de un hallazgo futuro.
..........El mal es una invención de la libertad (que se supone pasible del desvío, la subversión y la errancia) considerando libertad como un poder hacer y poder ser.
..........Lo trágico del mal, que aparece en la lírica pizarnikeana, no tiene relación con una conciencia moral. Mas bien se trata de una búsqueda de plenitud del deseo: el jardín por ejemplo, quizás ligada a lejanas reminiscencias religiosas.
Sin embargo es más poderoso el tema de la plenitud del deseo que el de la religiosidad, la escasa libertad (proveniente del sujeto escindido) apunta a acceder a un cierto sitio (de unión de sí) donde la fatalidad impide llegar.
En el ámbito del solipsismo (“solamente yo existo”) conformado por la unión “vida- literatura”, el Paraíso perdido, o nunca hallado, se encuentra en el lugar del poema. (Imposible de acceder)
“hay en mí algo definitivamente errado, desviado y torcido”.
Existe un llamado que impulsa hacia el ser y la palabra:
“todo lo que digo y hago es para afirmar una continuidad de mi ser, la existencia de un lenguaje y un pensamiento propios. Pero yo habito el miedo, yo estoy suspendida del silencio.”
.............Se frustra el acceso a lograr el deseo de la palabra y la palabra del deseo.
De allí que el lugar ansiado ha de ser la muerte, como se observa a lo largo de toda la producción, especialmente en “Extracción de la piedra de la locura”, hito al cual se refiere, si debe escribir sobre moral, lo hace de una moral suicida:
“Esto depende de la moral suicida. De que se la padezca o no”
En una carta a León Ostrov le cuenta:
“…Una noche fue tan fuerte mi temor a enloquecer, fue tan terrible, que me arrodillé y recé y pedí que no me exiliaran de este mundo que odio, que no me cegaran a lo que no quiero ver, que no me lleven adonde siempre quise ir…
…Mi único ruego constante es que no me abandone la fe en algunos valores espirituales (poesía, pintura). Cuando me deja temporariamente viene la locura, el mundo se vacía y rechina como una pareja de robots copulando..”